Un huevo
Llamaron a mi puerta, así, con cierta suavidad. Más tarde, con un golpe certero, me abrieron en dos mitades casi iguales, dejando libre todo lo que mi interior albergaba.
Al lado, me estaban esperando con murmullos humeantes, y me soltaron sin pedirme permiso, tan siquiera.
Y aquí estoy en plena transformación de huevo, a huevo frito.
Al lado, me estaban esperando con murmullos humeantes, y me soltaron sin pedirme permiso, tan siquiera.
Y aquí estoy en plena transformación de huevo, a huevo frito.
Hola Celia:
ResponderEliminarPor suerte no sienten nada (supongo) porque esa transformación de huevo a huevo frito, ha de doler un idem jajaja
Un abrazo.
jajajajaja me hizo reir la historia de este pobrecito huevo.
ResponderEliminarBesos amiga Celia
Pobre huevo pero que rica la trasformacion. Te dejo un beso, cuidate.
ResponderEliminarEl huevo en dos mitades partido no es el huevo de Colón, pero es nutricio y delicioso, me encantan los huevos fritos con su puntillita crujiente...¡Me voy a la cocina, ahora mismo, a freir un huevo por el mismo método! Jajaja
ResponderEliminarAlucinantes tus cosas.
ResponderEliminarSiempre me sorprendes.
Un beso.