Mi Diario digital.

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Hoy, hablo desde el cabreo. El cabreo que como Ciudadana, me produce tanta parafernalia y estupidez política, esos dirigentes, o aspirantes a ello, a quienes les importamos un bledo.

Nada de pactos. Nada de acercar posiciones hacía un bien común. Solamente reinan las rencillas de unos y de otros. Los resentimientos. Las figuraciones con cara de "hago lo mejor para todos vosotros", y sin embargo, entre dientes, siguen sin que les importe un bledo, el pueblo llano, la queja del desahucio, la nómina que no llega y tantos y tantos etcéteras que existen hoy en día, en los ciudadanos de a pié.

Es triste... tristísimo que se embolsen cantidades desorbitadas de dinero por lo que hacen, por lo que debían hacer y por lo que supuestamente hicieron un día. Con salarios de por vida. Con entusiastas gritando en los mítines, interrumpios estos  entre aplausos, mientras que,  la palabra entrecortada le proporcionada el pensamiento siguiente para que continúen con la sandez y la promesa que se les acaba de ocurrir.

Por supuesto, no soy política. No sé nada de política, ni me interesa. Desde luego que no. Pero sí sé de la vida, y del pié que se coloca en el cogote, porque miro, veo y observo.

Está claro que este mundo no se puede cambiar, así, al bote pronto. ¡claro que no!, Pero sería fantástico que cada uno de nosotros, pensara un poco más en el otro, y un poco menos en el buche propio.

Como Asturiana de pura cepa, veo el tinglado que se ha formado aquí. ¿La unión para acercar posiciones y así favorecer el bien común? Qué va... "que ceda el otro, que yo no me aparto". Y con esas premisas, la vida nos va como nos va.

Otro tema son los abusos bancarios por orden de los Grandes. Sí. Así con Mayúsculas. Pero ese será otro tema, al que dedicaré la próxima entrada.

¿Quien soy? Depende: para unos nada, para otros algo, y para mí misma... lo mejor que tengo.

 Alguien me dijo un día que si no te quieres tú, no puedes querer a nadie. Nadie puede dar lo que no tiene.

Por eso... un ruego... ¡Ámense!, por favor, señores y señoras políticos, tal vez así puedan repartir algo de comprensión y cordura en este caos del camino, sembrado de piedras, de zancadillas y de promesas que se esfuman por las alcantarillas..