Hola




-Hola Dios.
-Hola, hija, dime ¿qué te trae por aquí?
-Quiero romper el contrato contigo
-¿El contrato? ¿Qué contrato? Que yo sepa, no hemos firmado nada tú y yo.
-Puede que no, pero asumí un rol que ya no me gusta. Me compromete y además no me sirve de nada hablar de Ti. Nadie me escucha y me encuentro como una morsa en medio de la montaña. Rara...rara...
-Bueno. Que así sea. Eres libre para hacer lo que tú quieras. Puedes dejar de lado mi Enseñanza. Pero no debes jamás traicionarte a ti. Y si dejas de hablar de mí, dejarás de ser tú.
-¡Ah!

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