Sábados literarios "La primera vez"
La primera vez que me dí cuenta de... que existía y era un ser humano. Y recuerdo que pensé: ¿Y ahora? ¿Qué tengo que hacer?.Y la respuesta vino cuando alguien me empujó y entré de lleno en los raíles de la vida. Comencé primaria, secundaria, bachiller, universidad, trabajo, matrimonio, hijos, más trabajo... y aquí estoy siguiendo de cerca las vías, no vaya a ser que pierda el rumbo.
Que momento darse cuenta de que uno "existe" eh?
ResponderEliminarAunque creo que la pregunta ¿que tengo que hacer? nunca termina de contestarse del todo. Lo vamos haciendo sobre la marcha :)
un abrazo Celia
Hola Celia,
ResponderEliminarNunca lo he pensado de esa forma. La expresión "railes de la vida" la voy a anotar en mi agenda para meditarla.
Hay un camino más allá.
Un abrazo enorme.
Buen fin de semana.
Que lindo texto. No perderas el rumbo si estas siempre atenta. Besos, cuidate.
ResponderEliminarno hace falta brujula he? no te perderas te dejo el desayuno nos vamos arrancamos !!
ResponderEliminarBESO LITERARIO
Pues fuiste muy precoz en tu primera vez.
ResponderEliminarDarte cuenta de eso y plantearte esas dudas existenciales tan pequeña tiene mucho merito.
¿Quien te dió el empujoncito?
Eso no nos lo cuentas.....
Besos
Esa melodia de "¿que tengo que hacer?" la escucho tan a menudo...sobre todo cuando esos railes se tuercen.
ResponderEliminarTan precioso como real tu texto, Celia.
Un abrazo.
Maat
Celia, ya me parecía a mi...
ResponderEliminarHas participado con tu segundo blog. Hasta que no he pinchado en el enlace del blog de ardilla no me he dado cuenta.
Pues así es la vida, llena de primeras veces. Y muchas de ellas las he mos de afrontar sin "conocimiento de causa".
Lo mejor para no perderse es seguir el sendero mejor marcado...
Un beso rumbo a Asturias
La verdad es que incluso ahora, a veces una se pregunta, ¿qué tengo que hacer?. La vida es como una rueda que gira y gira, y a veces, sin que tu quieras.
ResponderEliminarUn beso
Yo también he escrito querida Celia acerca del nacimiento, de esa primera experiencia que te despoja del seno uterino para ponerte en los raíles de la vida. Con toda seguridad tú has sabido darle a tu escrito mucha mejor forma, para nada voy a compararme contigo, lo que me gusta es que hayamos tenido la misma idea para este post.
ResponderEliminarUn escrito corto pero intensamente real y bien descrito.
Un abrazo de sincronismo.
bueno, parecería que vas por buen camino, esa primera vez, da sus frutos seguramente y se multiplica en otras primeras veces...como esa vía, y esas imagenes secuenciales que vemos desde el tren... besos sabatinos, que ya son una costumbre y una necesidad.
ResponderEliminarAsí es la vida.Todos los días haciendo algo nuevo, diferente, pero enriquecedor.Un saludo.
ResponderEliminarun empujoncito muy bien dado, porque a veces lo necesitamos para tomar conciecia de todo lo que tenemos por delante y atrevernos a tomar decisiones
ResponderEliminarLO IM PORTANTE ES NO PERDER EL RUMBO Y SEGUIR, EN ESTE TREN DE LA VIDA QUE ESTOY SEGURA EN CADA ESTACION DEPARA ALGO PARA NOSOTROS
ResponderEliminarME GUSTO LEERTE, HASTA EL PROXIMO ENCUENTRO¡¡
Bueno, descarrilar a nadie le gusta, pero si ocurre... se empieza de nuevo.
ResponderEliminarPerdona el retraso Celia.
Un abrazo
Muy buena pregunta ¿y ahora que?, yo creo que muchas veces no nos da tiempo ni a contestarla de lo rápido que va pasando todo
ResponderEliminarUn beso de Mar
La primera vez que de repente te ves aquí, cuando el camino esta frente a ti, aun no sabiendo que determinación tomar, sigues la vereda, que con preguntas sin respuesta va guiando tus eexperiencias, esas que al iniciar no valian todavia...
ResponderEliminarTambién reflexiva.
Besos.
Nyma.
No es malo perder el rumbo de vez en cuando, a veces, tras los límites del camino existen otros mundos maravillosos. :)
ResponderEliminarUn saludo literario
Que breve relato, pero también que profundo. Saludos.
ResponderEliminarLa primera toma de contacto con nuestra propia existencia, además de intensa resulta espectacular. Qué baile de sentimientos y emociones, cómo nos desborda, qué grande se vuelve el mundo y qué extraño y complejo.
ResponderEliminarEnhorabuena, Celia.
Bikiños
Esa primera vez ne la que nos damos cuenta que estamos en el mundo...escomo para no olvidar! jejeje
ResponderEliminarSaludos de una compañera de ruta de este bus tan particular!
Pues cogiste un buen tren, este seguro que no descarrila.
ResponderEliminarbesos.
Amigos.
ResponderEliminarLa verdad es que muchas veces reflexioné sobre el poco tiempo que tenemos algo libre, en la vida. Comienzas en la guardería, y ya...hasta que el cuerpo aguante, todo son horarios y obligaciones. Te metes en los carriles, y es imposible dar marcha atrás. Y ¿Una mirada? De vez en cuando nos puede hacer la jugada esta vida de incitarnos a mirar atrás, y es cuando te das un castañazo, por perder el Norte, ese a donde te diriges.
Gracias por vuestros comentarios, ya que no sabía que teníamos Sábado literario, y acababa de colgar un post en mi blog, por lo que opté por ponerlo en el segundo, en el que casi no cuelgo nada últimamente, y es desconocido.
Un abrazo.
Mi Celia...eres especial hasta para los Sabatti Literati..jeje.
ResponderEliminarCon poco, lo dices todo, si señora...y es que no es lo mismo ESTAR que PARECER. Muy bueno!
Eiii, por cierto, este blog no lo conocía yo...no me habías dicho nada...Es que soy un despiste!!!!
Pues aquí también me vas a tener que aguantar, que lo sepas..jeje.
Por cierto, gracias por tus comments siempre reconfortantes en el Sótano y en el Mar.
Eres una gran amiga.
Un beso enorme y siempre sincero!!!
Por cierto, preciosa foto de perfil. Me encanta!!
ResponderEliminarMuy interesante; creo entender que es como si cada uno siguiera su vía, su rumbo trazado.
ResponderEliminarMe parece que no todo el mundo posee esa consciencia existencial.
Un abrazo,
Ramón
Camina amiga, camina por la vida...lo que importa es no desviarse de la ruta y aceptar cada reto que la vida nos brinda. Besos, cuidate.
ResponderEliminarNo creo que exista un solo camino, que una vía recta sea la forma más rápida de llegar a destino, quizás en las curvas esté el intríngulis de la vida y por lo que merezca la pena vivir.
ResponderEliminarUn abrazo de esta que llega tarde, pero más vale eso que nunca, jeje.