Celia Álvarez Fresno

"Afiánzate en ti y sé Feliz. Tal vez salgas a la calle y haga mucho frío. Pero no has de sesesperarte aunque tirites, porque esta situación es pasajera. Así es la Felicidad interior. Está ahí para ti. Puedes padecer inmensos infortunios en la vida diaria, pero no olvides que Tú, eres mucho más. Y que estás viviendo una experiencia que significa un parpadeo dentro de tu Existencia. Ten fe. Percibe Amor. Y jamás olvides que tu Casa te espera".  

"El miedo atenaza. Sólo has de asustarte, cuando te asusten. Antes no; ya que perderás un tiempo precioso en elucubraciones sin sentido".

"Cuando intuyas que alguien te necesita ve hacia él. Y cuando intuyas que necesitas de alguien Sabio que guíe tus pasos, busca en ti"

          Con cada palabra, con cada mirada, en cada suspiro estaba escrito tu poema. Porque el poeta siempre narra con la misma ternura de esa mirada tuya, silenciosa, profunda, tierna, acariciando simplemente al mirar con la plegaria de los sentimientos. Porque tú llevas, la mirada más bella que ojo alguno haya mirado nunca. No cortes las rosas de esa historia. No las vistas de luto. Vuelve al huerto del Sentimiento, y planta otro bello rosal, y a él, llegarán otros muchos días de sentimientos bellos. Con flores nuevas, con aromas de de Amor, de futuro, de risa... de unión y de esperanza. Una historia que acaba no es una historia perdida. Una historia que acaba es... la ilusión del comenzar de nuevo. No te aflijas nunca porque hoy, tu corazón llore. Otros días habrá, y más amores. No sufras.

Hoy, enhebré versos en la ventana, con tu nombre, respirando la Vida. Hoy, quedé en penumbra recordando un recuerdo. Hoy, estaba triste sin comprender por qué... ¿Pero es hoy o fue ayer? Qué importa el tiempo, ni las horas, ni si es día o ya llegó la noche. Lo importante es que somos, lo demás... ¡qué más da!        

Mi cuerpo viajará hacia la tierra Mi mente, quedará con sus cosas olvidando, o tal vez, escribiendo -aún cuando me vaya- nuestra historia. Mi Alma, volará libre ya sin ataduras, sin nombre tan siquiera. Y en su vuelo, unas letras: Amor y nada más.  

Entre Tú y yo:  "Siendo Agua, ¿Por qué tienes sed?"

            Recogeré la ropa, y todos mis enseres se irán corriente abajo. Tu nombre y el mío, los dejaré a la orilla. Reposando entre tierra, germinando dos flores. Regresaré otro día... despacio; tal vez amilanada para poder descubrir cómo han crecido. Quizás no lleguen a rozarse en su subida, tallo a tallo... o tal vez se abracen en su ruego, de perpetuar aquello que no fuimos. Sí... regresaré otro día. Las semillas plantadas a la orilla, recogeran el agua de la fuente, o tal vez, se encharquen con el río. Sí... regresaré otro día para mirar si el sol alumbró las semillas, o el viento las voló y hoy, un ave vuela henchido con la fortuna tuya y mía...  

Espérame en el campo atardecer mirando las colinas amarillas es otoño.   Se apagaron las luces es sombra pero la sombra ha de alumbrar la tarde.

"Si te conformas con mirar  un guijarro del suelo, jamás levantarás la mirada hacia las Estrellas".

Te contaré mis sueños, uno a uno y tú me irás contando tus desvelos. Te contaré mis trozos de amarguras y tú te callarás mirando al suelo. Te encontraré en la calle Me sentirás presente. Te diré buenos días o tal vez... buenas tardes. Y se suceden las lluvias y los vientos las estaciones, comienzan y terminan. La vida va pasando aprisa o despacito, según sea. ¿Era ella o no? ¿Era él o no? Pensaremos cruzando nuestros pasos. Miraremos al suelo entre la duda... Y la duda se bate en el sí, no. La certeza, aún late en sentimiento con el latido del sabio corazón. Serás, ese, mi hijo? Seré tu madre yo?  

A Dios no le importa que no le mires. Tampoco ha de importarle si no crees en Él. Míra a quien camina por la vida y enséñale a caminar si es que tú ya sabes hacerlo. Y entonces y solo entonces, ya no tendrás duda de su Existencia.

Sobre ti, traza el símbolo del infinito. Cada día. En ese símbolo tres cintas de colores: La verde, simbolizando la Mente. La blanca, simbolizando el Alma. La dorada, simbolizando el Espíritu.   Únelas; entrelázalas.   Ahora, comienza a caminar. Y no olvides nunca que la Sabiduría, el Amor y el Conocimiento están por y para que tus pasos  caminen.   Aunque en tu caminar cometas errores, no ha de importarte. Lo verdaderamente necesario es aprender de esas circunstancias que te hicieron errar.    

"Sírvete de Mí para reposar tu cabeza. No dejes de mimar ese corazón que yace en sintonía con los Misterios. Despiértalo como ya has despertado las Fuerzas que bullen en ti. ¿Qué significa ser Rey Espiritual? Significa que él, ha de postrarse ante los otros. Porque ser Rey, no quiere decir que ha de tomar su báculo y elevar la cabeza, sino que cuando empuñe la vara, sea la del Amor. Cuando lleve su corona, sea para repartir Luz, y cuando se incline, sea para demostrar que cuando se baja al cuerpo físico, nadie es más que nadie y nadie es menos que nadie. No olvides que existen los caminos y para ello, estáis dotados de pies.   Y debajo de los pies, la Tierra, esa que conoce las pisadas, antes de que pise el pie."

            Caminaba despacio, para percibir los aromas de la vida: Ahora un olor a rosa, después a jarmín blanco, más tarde a aquel incienso que brota de una Iglesia...   Pero, llegó un tifón y me arrancó del suelo.   Ahora dormito después del centellazo.   Y en el duermevela de mis dolores pienso que la mejor lección es haber aprendido que los sentidos han de estar todos alerta.   No es buena cosa enaltecer a uno anulando a los otros. De este modo es posible que el norte se nos vaya.   Vale más un poco de mucho, que un mucho de uno solo.   Pienso, mientras medito aturdida pensándome subida en una parra.

Claro que deseo la igualdad. Por eso me repatea que tengamos un día internacional de la mujer. Eso, justamente, es ya de por sí, una desigualdad. ¿Existe el día internacional del hombre?

Había una vez, un Oso grande, poderoso, que atemorizaba los bosques enteros. Su color era blanco y se confundía con el paraje que habitaba. Entonces, siendo dueño de todos los vecinos, correteaba arriba y abajo y se servía de sus apetencias. Un día, estando tumbado entre la nieve, miró a lo lejos, descubriendo un gran bulto oscuro. Elevó su mirada, elevó su cuerpo y fue avanzando hasta llegar a alcanzarle. Poco a poco descubrió que ante él se alzaba un igual, pero teñido de oscuro. Fijó los ojos en su amenaza, mientras el visitantes, estaba quedo, esperando sentencia. Entonces, el Oso blanco le dice: -¿Quién eres? ¿A qué has venido? ¿Cómo osas llegar a mi pradera helada? Y el visitante contesta: -Estoy en la pradera helada porque es mía también. He venido a mirar y vi un intruso, que eres tú. Y ambos, sin mediar más diálogo, se enzarzan en esa lucha cruel. Cayó la nieve y ellos, casi inundados, no encontraban salida. Entonces, cuand

Corrí hasta ti deseando ver la orilla nueva Dudé... pero emprendí carrera sin mirar que los árboles y la misma hierba, quedaban arrasados bajo mis pies Atilianos. Y llegue para ver, qué es eso que intuía adesde aquel lado oscuro en el que estaba. No sé si era consciente o no de que mis pies se iban a doler y de que mi corazón no podría abrirse, por estar trotando de la larga carrera. No vi un abrazo nuevo. Ni una sonrisa tan siquiera. Y cuando llegué a mirar la flor que parecía sonreírme desde la lejanía, me encontré que no era más que ese espejismo que ahora miraba en la otra orilla. Aprendí una lección. La más hermosa lección que nadie en tertulias, ni en foros, ni en la misma Universidad me enseñó nunca: Puedes pasar la vida tumbeándote , corriendo tras la Ardilla de los sueños, y no vas a alcanzarla. Mírate, escúchate y así podrás Conocer, con sentimientos nuevos, el verdadero sentido de la Felicidad. Esa que vive en ti y que te habla de Amor. Y cu

                                                                      Foto V. Nas Me gusta surcar el cielo con alas nuevas. Deseo volar con los colores brillantes de la dicha, donde todo se vuelve canto hermoso. Me gusta seguir mi ruta trazada poco a poco, surcando las colinas y cuando llegan riscos, recordar que viven las llanuras. Es bonito despegar del suelo. Y es bonito saber regresar al cobijo terreno, después de haber volado. Me gusta palpar la certeza de Dios. Saberme portadora de saber y de vida. Me gusta batir mis plumas y con una, escribir historias de la Vida. Las autopistas de la vida, se pueden cruzar. Pero lo bonito de la Existencia es saber que podemos elegir que ruta deseamos llevar a ese Destino.

Cuando me levanto de mañana, me miro en el espejo y me pregunto: ¿También hoy seré feliz? Cierro los ojos. Imagino el día con situaciones armoniosas, con paz, con concordia, con la mirada limpia, el corazón presto a sentir y un escalón nuevo hacia el encuentro deseado. Trazo rápidamente mañana, tarde y noche. Sí, hoy también seré feliz. Me lo he propuesto. Si miras viendo Luz, la oscuridad casi no existe...

Los días son sucesiones de horas. Las vidas, sucesiones de la Vida. El ser humano teme, a menudo, por sentencias interpretadas que carecen de coherencia. Se ha hablado del Infierno Eterno, y de las Fuerzas del Mal, que se ceban quemando Almas impuras. Se aterrorizó a los mortales, que –pobres de ellos-, no pensaban en liberarse de culpas, perdiendo toda noción de evolución y dicha, por verse perdido entre las llamas, por una acción alejada del Todo. El Alma, jamás es impura, porque en ella está la Divinidad del Ser. El Alma puede evolucionar con la Luz o aquietarse con la Sombra. Pero ella espera ahí el despertar de la razón humana, que le haga, Ser. El INFIERNO NO EXISTE. Existen las Sombras y las acciones sombrías que es necesario alumbrarlas con actos de Amor, para que se diluyan. No existe un Dios justiciero y alejado del propio ser humano, sino un Dios amoroso, que espera siempre que los Sentimientos positivos del ser humano le hagan ser lo q

Cuando estés triste, elévate la percepción es diferente.

Todos deseamos llegar alto. Culminar la Cima. Pero debemos recordar que a la Cima se llega después de haber sorteado muchos senderos duros. De haber pasado mucho frío. De haber sufrido empujones que nos llevaron ladera abajo una y otra vez. Es bonito llegar. Pero aún lo es más, no haber empujado a nadie en ese ascenso.

Ríete. Sé Feliz. Asómate a la ventana y mira el paisaje: La Vida ha florecido. Los árboles suben ladera arriba, sin importarles que la fuerza del viento,  los dejará sin hojas. En el suelo hay semillas sueltas. Siémbralas con tus vivencias, riégalas con tu Paz, Amor y Felicidad. Verás el fruto y serás feliz. Pero tu Felicidad, será mayor cuando compartas toda tu siembra. Recuerda siempre que "La Vida no es un juego, pero es necesario jugar a vivirla? ¿Que no puedes asomarte? ¿Que no tienes ventana? ¿Que sólo tienes un muro ante tus ojos? Amigo mío. Búscala. La Ventana está en ti. Besos de domingo.

Mira quien eres. El hallazgo te hará feliz. Y jamás olvides estas dos premisas: -Todo el daño que le hagas a otro, te lo haces a ti; remediando el mal ajeno, remedias el propio. -Eres inmortal; en la Tierra, estás viviendo una Experiencia dentro del camino de la Existencia. Cuando mueres, regresas a la Vida.

Los Universos son como pétalos, dentro del entramado de una planta. Existen Universos plenos en donde vive la Vida y  en donde habitan los Sentimientos. Los Sentimientos tienen vida Espiritual, y ellos viven con vida propia. Su Rey, es el Amor, y el que aún no ha despertado y es el sentimiento más bajo es, el Abuso. Todos ellos vibran con distinta intensidad en el Mundo Espiritual, y todos y cada uno, corren, prestos, a la conjunción del ser humano. Dentro de la propia vida terrena y en el interior de la persona, se libran las batallas Luz-Sombra. Cuando la Mente humana escucha esos Sentimientos de Luz, ofrece su cuerpo y su vida en deseos de sublimes propósitos. Cuando la Mente humana escucha los Sentimientos más destructivos, corre a realizar actos sombríos. Pero la Mente, mientras vive el Cuerpo, lleva el poder del discernimiento. Por eso, debe saber las reglas establecidas en el plano físico y no correr hacia uno u otro lugar, guiado solamente por el i

Tú Que inundas con palabras bailando al son de notas Que sólo tu Alma siente Tú Que enhebras pensamientos con suaves melodías escritas Que ya nadie comprende Tú Que ves orquídeas blancas en un montón de ortigas y riegas con suspiros las desdichas Que ahogan y torturan Tú Incomprendido soñador Sueña conmigo... Y bailemos el aire que sentimos Y bailemos el fuego que nos quema Y bailemos la danza con pareados... muy juntos Soñando Como sueñan los sueños.

-Cuando la Partícula Divina, despierta, ya no ves Sombras. -¿Por qué? -Porque solo se mira lo que el Alma proyecta. -¿Y cuándo se despierta la Partícula Divina? -Cuando ilumines tu propia Sombra. -No comprendo… -A menudo ves en el otro eso que tú llevas. Por eso te digo que al estar en Luz, esta te alumbrará tanto, que proyectarás tan solo luminarias. -Pero… la vida Terrena ha de tener policromía, entre la que están, las luces, las sombras, las risas... los llantos. -Sí, eso es. Pero cuando el ser humano despierta sabe mirar con el Alma clara. Y en esa percepción, el llanto es menor, la risa no ríe, porque ríe la felicidad. Y ya no ve Sombras aunque a su alrededor no exista claridad. -¿…? -Comprende que el Alma luminosa, sólo ve eso que proyecta. -Vive centrada en su propia Luz? -No. Es luz, proyecta Luz, y todo lo mira con los ojos del Amor, la Comprensión, la Empatía… porque ve su propia plenitud en todo lo me mira.

"Has de saber que los seres humanos llevan su propia Luz. Esta Luz, viene del Dador, que se introduce en todo ser que busca evolución. El ser evolutivo, ha de reconocerse y saber leer todo el entramado de sus vivencias. Cuando la vivencia vivida es la establecida para lograr la ascensión hacia las existencias superiores, el ser humano, encuentra Luz. El encuentro con la Luz, lleva dos vertientes: En una, el ser de Luz, se manifiesta, pero no es escuchado y entonces, queda presto a decir, pero no dice. En otra, el ser de Luz, se manifiesta y el ser humano duda, analiza, intenta elevar la mirada y esa mirada se opaca con tanta Luz. Y se sume en su mismo envuelto en la concha que le invita a la quietud. Pero regresa a mirar por la rendija de su dureza y un día, ya acostumbrado a ver destellos, descubre el brillo. Y entonces, Dios en su Luz, se manifiesta y le participa su Grandeza. Pero el ser humano se siente indigno de albergar ta

  El Corazón es el órgano sobre el que está la palpitación de Luz y su color es granate. Y es granate porque el color de las venas y de la sangre, en conjunción, es granate. El Corazón es el Centro Coronario y por él transitan millones de partículas celulares, en un solo instante. El Corazón es el trabajador infatigable de la vida y de él emana todo un elenco de vías venosas. El Corazón transforma en oxígeno y tiene puertas que se abren y se cierran en cada instante. Riega con su capacidad de ofrecer todas las ramas de su vida. Porque el Corazón, es ese Árbol que da origen a sus ramas. Se ha dicho, se ha hablado sobre el sentimiento del Corazón, pero es solamente una utopía. Porque el Corazón es un órgano que trabaja y sufre dolor por el padecimiento físico aunque no duela. Lo que ocurre es que ahí está un Centro Energético del Sentimiento. Por eso existe la sensación de dolor de Corazón, o palpitar armonioso de la Felicidad con la Luz. P

Como cada día,  alguien ha abierto la Ventana. Se"coló" este folio. Uno más de miles ya escritos. ¿Una utopía? ¿Una realidad? Depende del cristal con el que se mire...  Me lo han hecho llegar, y yo, atendiendo a la petición lo plasmo aquí. Quien lo recibe es una persona más que vive con normalidad su vida. Dicen que ahí está su grandeza; saber conciliar vida terrena con elevadísimas experiencias de Luz. ¿Quienes somos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué portamos en nuestro equipaje de la vida? ¿Somos seres de Luz viviendo experiencias evolutivas? Parece que venimos de un Reino y retornaremos al Él, con corona incluída. "Hija de la Luz, tú buscas decir y no sabes cómo, estucha: Primero has de asumir tu profundo mensaje de Luz. Has de recordar todas tus respuestas evolutivas. Has de reconocer que tú conoces y que sabes y que hablarás desde tu interior. Has de comprender que no te escuchen, pero aún así, debes hablar. Has de establecer unos parámetro

La vida en la Tierra es la experiencia física en donde el Alma habita. El Espíritu alcanza el Éter, viviendo con la conexión en el Alma de quien vive. Las experiencias han de ser vividas por el Alma y el cuerpo y una vez realizada la vivencia, el Alma corre junto al Espíritu o permanece sumida en la oscuridad y no va a su encuentro. Entonces busca de nuevo otro cuerpo para reencarnar, pero lleva gravado en su memoria todo lo que ha vivido y todo lo que necesita vivir de nuevo para evolucionar. Yo que soy Espíritu, te guío, te indico el camino, te encomiendo retos y te dejo libre con tus decisiones porque eres libre. Dios te creó a ti y a toda la Creación, en libertad. Yo que soy, vivo y veo la plenitud y siempre me encuentras cuando me buscas y cuando no me buscas yo miro con firmeza tus devenires. Soy Luz; habito la Luz porque tú y yo hemos llegado a las dimensiones del Sumum y soy Dios porque su Amor hace posible que sea así. Tu Alma, la que vi

-Si sabías que iba a herirte ¿por qué has venido? -Porque te amo. -Pero, te he herido muchas veces. Yo te hice padecer toda la vida... y aún sigues estando a mi lado ¿por qué? -Porque te amo. -Aquella mañana triste de Otoño, llovía intensamente. Yo, tirada en la carretera, con mi coche roto, te llamé y tú viajaste varios kilómetros  para ayudarme ¿por qué? -Porque te amo. -Y... ¿por qué me amas hasta el punto de renunciar a tu vida por la mía? ¿por qué estás conmigo cada vez que sabes o presientes que necesito ayuda? -Porque te amo. Y has de saber que el Amor, no está en decir sólo palabras bonitas. No está en unos momentos, solamente. El Amor Es, y está presente en cada paso, en cada esquina, en cada situación. Y yo... me amo tanto... Sé amarme tanto... -¿Cómo? -Sí. La vida me ha enseñado que he de saber amarme para dar Amor. Que el Sentimiento sublime ha de vivir en mí para poder repartirlo. Y en mí vive, porque le hice crecer al haberlo reconocido

Te cruzaste conmigo. Mientras, obserbava mis propios pies que andaban solitarios. No levanté los ojos; no te vi. Absorta en mi penosa soledad, escuché, ya tarde, pisadas cada vez más lejanas.  Te cruzaste conmigo Pero  no te vi.